sábado, 29 de octubre de 2011

carta de Charlot para Maggie:

Querida Maggie:
Espero que disfrutes de buena salud, estoy deseoso esperando tu llegada a Inglaterra y así podrás admirar con tus propios ojos sus ciudades, ¡son maravillosas!
Aquí en las ciudades es todo diferente a nuestra forma de vida en el campo. Ahora los ciudadanos ya no se transporta por carruajes de grandes caballos, o en nuestro caso, andando. Aquí gracias al Taylorismo las personas que tengan mucho oro, pueden disfrutar de un automóvil, que es un objeto de cuatro ruedas en el que no tiran unos fieles caballos. Y cuando consiga más oro prometo adquiridme con unos de ellos porque son fantásticos.
Y lo más impresionante, coge asiento antes de que puedas leerlo, los obreros burgueses como los de mayor categoría no iluminan sus viviendas por unas velas sino por una especie de energía en la que se produce una corriente llamada electricidad y gracias a esto ya no hacen falta estas simples velas que se apagan con una ráfaga de viento.
Ahora querida, como bien sabes he abandonado nuestra vida en el campo para aportar una mejor condición de vida a nuestra familia, me he mudado al éxodo rural ha encontrar un empleo y para tu satisfacción he encontrado uno.
El trabajo consiste en trabajar en un maquinismo sobre la fabricación de unos utensilios muy útiles. Su edificio le llaman que es una industria revolucionaria gracias a sus maravillosos materiales modernos. Yo trabajo de obrero, y hay cosas maravillosas en esta forma de conseguir un pan para alimentarnos, y más ahora que gano un sueldo, que consiste en trabajar por un salario y en eso debemos agradecer al capital financiero. Este maravilloso empleo me da mucho que agradecer por sus horarios , ahora no tenemos los jornaleros del campo que acabábamos destrozados, sino que trabajamos de una hora o otra, permitiéndonos un descanso. También tenemos el honor de conocer a muchos obreros internacionales al que nos cuentan magnificas historias sobre sus raíces, pero no podemos conversar lo que deseábamos porque nuestro capataz es una persona que no desperdicia el tiempo en conversar, porque según él :“el tiempo no se puede desperdiciar, hay que aprovechar cada minuto”.
La productividad de estas magníficas industrias han hecho una nueva forma de pensar a los empresarios y nos han ofrecido un sistema para los trabajadores llamados sindicatos en el que consiste en tener nuestro derecho como trabajador, pero el único inconveniente
es que no podemos hacer ninguna queja a nuestro superiores por la huelga prohibida pero por lo menos tenemos la manifestación, que para personas como nosotros está muy bien aunque nos controla la policía por si esto se nos sube a la cabeza, pero no se preocupe querida que nosotros somos personas humildes y no ocasionaremos ningún problema.
Cambiando de tema querida, tengo un deseo que hacerte cuando estés a mi lado te mostraré con tus propios ojos de color arena, estos fabulosos navegación a vapor, porque mis palabras no lo describirían como debería hacerlo, pero no te quedaré intrigada.
Son maravillosas máquinas a la que transporta personas y objetos en menor tiempo del que era hasta hace pocos años y que tienen menos riesgos de hundimiento y por eso debemos agradecer a nuestro señor por estos milagros tan maravillosos al que encabezaremos al futuro llenos de nuestros objetos aunque eso no es lo único, disponemos en esta maravillosa época de un objeto nuevo llamado petróleo al que vale mucho oro y sirve para que funcione muchos utensilios modernos y según nuestro capataz nunca se agotará y eso es melodía para nuestros pequeños oídos, pero nuca sabremos que nos esperará el futuro, pero hay que tener ojos optimistas, pero por ahora miremos el presente, en este nuevo mundo de cambios hay que modernizarse y por eso estoy desesperado de que dejes atrás nuestro pasado y vengas a vivir una nueva vida aquí en esta ciudad tan llenas de oportunidades.
Dejemos atrás la agricultura y sus rotaciones de cultivos y demos un paso hacia delante a la industrialización, nuestros hijos tendrán lo que siempre hemos soñado, un hogar acogedor, calor, alimentos y amor.
Y con esto finalizo la carta, espero que no llegue demasiado tarde y que usted querida mía no se demore en venir a mi lado.
Atentamente
Charlot
Charlot